jueves, 7 de agosto de 2014

¿SABÍAS QUÉ…LA HEPATITIS ES SIGILOSA, SILENCIOSA Y PUEDE DAÑARTE PERMANENTEMENTE EL HÍGADO?

La hepatitis es causa importante de enfermedad, que tiene consecuencias graves de salud y muerte en el mundo. Sin embargo, mucha gente desconoce o no tiene suficiente información.
Esta enfermedad es una inflamación del hígado causada comúnmente por el virus de la hepatitis. Existen cinco tipos de virus de la hepatitis: A, B, C, D y E. Todos ellos son causa de enfermedad, discapacidad crónica, muerte, brotes y potencial propagación epidémica. La hepatitis puede presentarse como infección aguda o crónica. La infección aguda puede presentarse sin síntomas o con síntomas limitados. Los síntomas típicos de la hepatitis aguda son:

  • ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura,
  • fatiga extrema,
  • náuseas,
  • vómitos
  • dolor abdominal.

La infección crónica puede conducir a cirrosis, falla hepática o cáncer de hígado. El virus de la hepatitis B y C son causa principal de la hepatitis crónica en millones de personas.
Las hepatitis A y E se transmiten principalmente a través de la ingestión de alimentos o agua contaminada.
Las hepatitis B, C y D se transmiten básicamente a través del contacto con sangre y otros fluidos corporales infectados, incluyendo el contacto sexual no protegido.
Los modos de transmisión de estos virus incluyen la recepción de productos contaminados con sangre a través de transfusiones, procedimientos médicos invasivos con equipos contaminados incluyendo los trasplantes de órganos, la transmisión de madre a recién nacido y el contacto sexual no protegido, incluyendo el oral.
La mayoría de personas que se infectan con alguno de los virus de la hepatitis no lo saben hasta que el virus se manifiesta en forma de enfermedad aguda o crónica.
El diagnóstico prematuro ofrece la mejor opción para evitar el desarrollo de la infección o minimizar los daños, ya que permite la toma de precauciones que deben adoptarse para proteger el hígado, como por ejemplo, la eliminación de la ingesta de alcohol o el uso de ciertas drogas tóxicas para este órgano.

Saber si una persona está o no infectada facilita también la toma de acciones y conductas que eviten la transmisión involuntaria a otras personas y contactos de una persona infectada. Si la persona descubre a tiempo que está infectada podrá tomar las medidas necesarias para evitar la transmisión del virus, por ejemplo, mediante la adopción de prácticas sexuales seguras, hábitos higiénicos básicos como el lavado regular de las manos con agua y jabón, etc.

Las medidas de prevención varían según el tipo de virus de la hepatitis y las vías de transmisión. Sin embargo, una manera fácil para evitar la infección es a través de la práctica de normas de higiene básica, evitar el contacto con sangre u otros fluidos corporales contaminados. Igualmente, se debe evitar la toma de agua y/o alimentos contaminados o con baja calidad sanitaria.

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