Del mismo modo en que las enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo, muchos problemas psicológicos provocan síntomas físicos, lo que se conoce como enfermedades psicosomáticas.
Una persona padece de una enfermedad psicosomática cuando presenta uno o más síntomas físicos que no pueden ser explicados por una enfermedad médica. Frecuentemente, estas personas no logran ver mejoría en sus síntomas aún después de haber acudido con diferentes médicos y recibir distintos tratamientos. Dichos tratamientos se centran en los síntomas físicos, olvidando que la causa verdadera se encuentra en la mente. El estrés es una de las causas más frecuentes de esta clase de enfermedades.
¿Qué es el estrés?
Mito: El estrés siempre es malo.
Realidad: El cuerpo reacciona ante el estrés y libera hormonas que hacen que el cerebro esté más alerta.
Es un sentimiento de tensión físico o emocional, que puede derivar de cualquier situación o pensamiento que provoque frustración, ira o nerviosismo. Todos sufrimos estrés ante un cambio o desafío. En algunas ocasiones el estrés puede ser positivo, como cuando ayuda a evitar un peligro o cumplir una fecha límite. Sin embargo, cuando el estrés continúa por un periodo prolongado, puede dañar la salud.
El estrés actúa sobre distintas hormonas, provocando cambios en nuestro organismo, que nos hacen más sensibles al dolor y vulnerables a distintas enfermedades. Se considera que una cuarta parte de las personas que acuden a consulta, presentan alguna enfermedad provocada por estrés (enfermedad psicosomática).
¿Cuáles son las manifestaciones físicas?
Dolor de cabeza, mareo, dolor de espalda, palpitaciones, nausea, vómito, diarrea, estreñimiento, sensación de ahogo, dolor en pecho, dolor muscular, desmayos, hormigueo, visión doble, cansancio, entre otras.
¿Qué enfermedades se asocian con el estrés?
Asma, gripa, gastritis y reflujo, úlceras gástricas, dolor de cabeza, dolor crónico, colitis e incluso hipertensión arterial.
¿Cómo manejar el estrés?
Para evitar que el estrés se manifieste con síntomas físicos, les damos algunas técnicas saludables:
a) Reconocer las cosas que no se pueden cambiar: no alterarse, hay que dejar ir las cosas que no podemos controlar.
b) Evitar situaciones estresantes: hay que alejarse de las cosas que generen estrés, por ejemplo, saliendo a caminar.
c) Realizar ejercicio: realizar actividades físicas es la mejor manera de lidiar el estrés. Al hacer ejercicio, uno se siente bien y ayuda a liberar la energía reprimida o la frustración. Ejemplo: andar en bicicleta, nadar o jugar algún deporte.
d) Cambio de perspectiva: desarrollar una actitud positiva ante los desafíos.
e) Buscar un pasatiempo: conseguir una distracción de la rutina diaria, como leer o resolver una sopa de letras pueden reducir el estrés.
f) Hacer lo que uno disfruta: siempre está la opción de escuchar música o ver una película cuando se tenga mucho estrés.
g) Aprender diferentes maneras para relajarse: practicar técnicas de relajación, desde respiraciones y meditación hasta yoga.
h) Convivir con seres queridos: pasar tiempo con familiares y amigos ayuda a sentirse mejor y olvidar el estrés.
i) Dormir lo suficiente: descansar entre 7 y 9 horas ayuda a pensar con claridad.
j) Consumir una dieta saludable: los alimentos saludables ayudan a tener más energía y a sentirse bien.
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