lunes, 30 de noviembre de 2015

¿SABÍAS QUÉ… PODEMOS CONFUNDIR NUESTRAS EMOCIONES CON LA NECESIDAD DE COMER?


El hambre es una sensación física que indica la necesidad de alimentos. Esta necesidad física se refiere a la sensación incómoda o dolorosa causada por no ingerir, en determinado momento, la suficiente energía a través de los alimentos. En cambio, el comer por causas emocionales significa que una persona come por razones diferentes al hambre. Dentro de estas razones encontramos sentimientos como tristeza, cansancio, estrés, soledad, enojo y aburrimiento. También, es frecuente que el hambre emocional ocurra durante el período menstrual o el embarazo y en otras ocasiones puede que la persona utilice la comida como recompensa ya que puede distraerle de lo que realmente le molesta.

Por otro lado, el hambre emocional no sólo es provocada por emociones negativas sino que también puede presentarse cuando una persona está feliz. Por ejemplo, en el festejo de un cumpleaños, una comida familiar, una boda o en las cenas de fin de año. Cualquiera que sea el caso hay que aprender a comer y a tener hábitos saludables.

Ahora bien, el problema radica en que sólo se está evadiendo una molestia o satisfaciendo un capricho, además de que el comer en exceso trae consecuencias negativas para la salud de la persona. El comer por comer puede ocasionar un aumento del peso corporal y de las grasas en sangre, que causarán complicaciones a futuro.

¿Cómo diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional?



Hambre Emocional
Hambre Física o Real
Comienzo repentino. Comienzo gradual.
Elección de una comida específica y no satisface cualquier alimento. Abierto a cualquier alimento.
Necesidad de satisfacción inmediata. Necesidad de comer puede esperar.
Puede aparecer cuando el estómago está lleno o vacío. Estómago vacío.
Hay necesidad de comer más, aún con el estómago lleno. Necesidad satisfecha cuando el estómago está lleno.
Sensación de culpa.No hay sensación de culpa.

Recomendaciones para combatir el hambre emocional  
  • Diferencie entre hambre verdadera o necesidad de aliviar una emoción.
  • Esperar una hora para ver como esta sensación de hambre cambia.
  • Mientras espera, realice otra actividad: salga a caminar, lea un libro, haga yoga, escuche música o medite.
  • El ejercicio es el mejor aliado para combatir el hambre emocional (camine 30 minutos diarios).
  • Fraccione su alimentación en 5 pequeñas comidas durante todo el día.
  • Coma despacio y tome mucha agua (4-8 vasos al día).
  • Opte por comer frutas y verduras para satisfacer sus antojos.
  • Reflexione lo que realmente le molesta.
  • Platique sus problemas con amigos y familiares.
  • En algunos casos buscar ayuda profesional. 
 
comer, hambre, emocional
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