El síndrome de la “cabeza quemada” o mejor llamado desgaste ocupacional proveniente de la palabra en inglés burnout que significa consumirse o agotarse, se caracteriza por un progresivo agotamiento físico y mental, una falta de motivación para realizar las tareas y una mala actitud hacia los demás. En la mayoría de los casos ocurre en los puestos de trabajo relacionados con atención a terceros, como docentes o personas que trabajan en atención al cliente. Este desgaste ocupacional lo padecen miles de mexicanos (cerca del 40%) y puede llegar a ser motivo de baja laboral ya que el empleado se siente incapaz de desarrollar su trabajo.
¿Quiénes son los trabajadores más propensos?
Características individuales
El síndrome se presenta con mayor frecuencia en la gente joven, entre los 30 y 40 años y se asocia a baja autoestima y personalidad aprehensiva.
Características del trabajo
Como se mencionó anteriormente, las personas que trabajan en atención al cliente frecuentemente presentan el síndrome de la “cabeza quemada”. También, trabajadores con alto nivel de responsabilidad, turnos demasiado largos (más de 12 horas), trabajos muy repetitivos y sin muchos incentivos pueden causar el burnout. Dentro de las profesiones más propensas encontramos a los docentes, enfermeras y médicos.
¿Cómo reconocemos este síndrome?
Los síntomas psicológicos son muy parecidos a los del estrés laboral, nada más que se presentan con mayor intensidad, e incluyen: mal humor, irritabilidad, uso de sarcasmo, indiferencia hacia los demás, desmotivación, agotamiento mental, sensación de falta de energía, mayor dificultad para aprender nuevas habilidades y falta de concentración.
En cuanto a los síntomas físicos podemos encontrar dolores de cabeza, mareos, dolores musculares y articulares, palpitaciones, agruras, diarrea, pérdida del apetito y fatiga.
¿Cuáles son las consecuencias del burnout?
El síndrome de la “cabeza quemada” aumenta el riesgo de consumir alcohol, tabaco u otras drogas, causa insomnio, aumenta la presión arterial, provoca depresión y baja las defensas del cuerpo, facilitando la aparición de enfermedades. Además, no sólo afecta al empleado sino que también a sus familiares y amigos e incluso puede ocasionar pérdidas económicas para la empresa.
Recomendaciones
Para cuidarse a uno mismo se debe:
- Tener períodos de descanso.
- Buscar algún pasatiempo.
- Realizar actividad física.
- Convivir con los amigos.
- Mantener una vida privada.
- Escuchar música relajante.
- Establecer objetivos realistas.
- Acentuar los aspectos positivos.
- Horarios laborales de 8 horas.
- Procurar no llevarse el trabajo a casa.
- Retroalimentación positiva por parte del supervisor o jefe.
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